TaxiCoin es la nueva app con la que puedes pedir un taxi de una forma mucho más personalizada. Esta aplicación comenzará a funcionar el próximo 20 de marzo, y cuenta con distintas ventajas y funcionalidades a la hora de pedir un taxi, como filtrar el tipo de vehículo que deseas o escoger el método de pago (efectivo, tarjeta vía app o criptomonedas). Además, puedes elegir un conductor que ya conoces, prever el recorrido por geolocalización, conocer el coste del trayecto, el perfil del taxista y recibir recompensas en la propia app.
¡Hablamos con Alain Mateo, CEO y fundador de TaxiCoin!
Háblanos de ti, como persona y profesional. ¿Qué te apasiona? ¿Qué te ha llevado hasta aquí?
Estudié electrónica pero nunca ejercí de ello por mi afán de seguir aprendiendo y evolucionando. Soy autónomo desde hace más de 10 años y mi camino ha sido autodidacta desde entonces. Creo en el valor que aporta una persona más allá de los estudios, la edad o la experiencia que tenga. Me especialicé en diseño y edición de contenido multimedia, Front-End y UX/UI, y más personalmente el mindfulness también empezó a formar parte de mi vida. Comencé a rodearme de un ecosistema emprendedor, al principio entrando en grupos de networking y más adelante con personas con las que hemos llevado a cabo nuestras propias ideas. Así hemos podido crear proyectos en España, Europa y Asia, todos ellos de carácter tecnológico, los cuales me han permitido seguir aprendiendo y aplicando conocimientos de todo tipo.
Háblanos de TaxiCoin, ¿cómo surge la idea?
Esta idea surge de un taxista de Madrid (Sergio Domínguez) que fue el primer taxista de España en aceptar pagos en crypto dentro de su taxi. Contactó con nosotros y nos contó el problema generalizado que tenía el sector del taxi en España. Él tenía el entorno, nosotros conocimiento tecnológico y experiencia en emprendimiento. Poco a poco fuimos dando forma a un modelo de negocio que iba más allá de una app sólo para pedir taxis. Aplicaciones para pedir taxis hay muchas, pero nosotros queríamos solucionar ese problema y hacer algo que aportase un valor real al taxista, a los usuarios y al ecosistema local.
¿Qué pueden esperar los usuarios de TaxiCoin? ¿Cuál crees que es su funcionalidad más interesante?
La experiencia de usuario creo que es clave. Vivimos en un mundo en el que la gente ya no quiere sólo que le lleven del punto A al punto B. Los usuarios quieren una app moderna, tecnológica y atractiva. Quieren saber qué tipo de coche les va a recoger, saber cuánto les va a costar ese viaje, la valoración que tiene ese taxista, que le pongan la climatización a su gusto, su lista de Spotify o que les den una botella de agua. Ese es el tipo de servicio que buscamos para el taxi y, si lo conseguimos, los usuarios elegirán el taxi en lugar de las VTCs. Ese cambio intrínseco del sector es la mejor forma de luchar contra las VTCs, más allá de huelgas y manifestaciones. Otra característica significativa son los acuerdos con marcas, de tal forma que los taxis puedan estar patrocinados dentro de la aplicación con comercios locales y puedan ofrecer agua, descuentos, promociones, etc. Nuestro primer acuerdo se ha firmado con Agua Alzola, y más adelante vendrán restaurantes, tiendas, hoteles, etc.
TaxiCoin en números. ¿Cómo esperáis crecer en los próximos meses?
Nuestro modelo de negocio, a diferencia de otras aplicaciones, no se basa en comisiones altas, restricciones u obligaciones. Este es un proyecto creado por y para el taxista y por esa razón debemos escuchar a asociaciones, radio-emisoras y ayuntamientos. En España hay aplicaciones participadas por multinacionales con un claro modelo de negocio capitalista. Estas aplicaciones jamás se van a sentar a escuchar las necesidades de los taxistas y mucho menos defender sus intereses. Venimos a potenciar y promover el uso del transporte público, no a llenarnos los bolsillos a costa del trabajo de los taxistas.
Cómo planteáis el crecimiento de la app ¿Qué objetivos tenéis a largo plazo?
De momento queremos empezar este proyecto en el País Vasco, de donde somos, y dejar el valor aquí. Después nos expandiremos a otras ciudades e intentaremos ayudar a la mayor cantidad de taxistas posibles. Creo que es un error que cada ciudad o comunidad autónoma tenga su propia aplicación y por eso queremos estar en todo el territorio nacional.
Hablemos de App Marketing. ¿Qué KPIs son importantes para vosotros? ¿Qué retos crees que sigue habiendo entre los marketers?
Hemos creado un Token llamado TXC para incentivar el uso de la aplicación. Si un usuario pide un taxi a través de TaxiCoin se le regalan tokens que, a su vez, los puede usar para que el próximo viaje le salga más barato. De esta forma incentivamos el uso del taxi. También se obtienen tokens si se comparte la aplicación a otros usuarios, promoviendo así el marketing por referencia. También se obtienen TXCs por valorar a los taxistas, creando así un ecosistema meritocrático y de confianza desde el sector del taxi hacia el usuario. Además tenemos una empresa de márketing internalizada y haremos acciones verdaderamente locas! El mayor reto es tecnologizar un sector muy tradicional y darle una imagen más moderna y joven. Afortunadamente recursos y creatividad no nos faltan.
Cuéntanos cómo ves las últimas tendencias en el sector de la movilidad , ¿hacia dónde crees que se mueve la evolución digital en este sector, con el crecimiento de tantas apps en esta vertical?
Prácticamente todas las apps buscan rentabilidades en varias verticales; Unas trabajan con patinetes, motos, coches privados, bicicletas o VTCs. Nosotros nos vamos a centrar únicamente en los taxis y nunca trabajaremos con VTCs por lo comentado anteriormente, pero no vemos mal que haya aplicaciones para alquilar transportes alternativos como bicis o patinetes eléctricos. El transporte sostenible es importante para una ciudad y si la tecnología puede ayudar a que se contamine menos el medio ambiente, mejor.
Como sabrás, somos apasionados de las apps, ¿podrías recomendarnos una de tus favoritas?
Calm es una aplicación que uso mucho. Me ayuda a relajarme, concentrarme y trabajar en mí. Se la recomiendo a todo el mundo.
