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Robin es la plataforma que recompensa a sus usuarios por la información de compra que generan en internet. Ya son más de 9.000 usuarios y cuentan con más de 400.000 compras registradas. Una app que colabora con marcas que buscan perfiles de consumo verificados y anónimos para comprender mejor el consumo actual o lanzar acciones dirigidas. Hablamos con Óscar Luengo, Fundador y COO de Robin, para conocer su visión del mercado de datos y cómo funciona Robin.
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Un día en una entrevista, tras varias preguntas personales, me preguntaron si los que me conocen dirían lo mismo a lo que respondí un rotundo “sí”. Con el tiempo aprendes a ser directo y decir las cosas como son, tanto a nivel personal como laboral. Pero esto se aprende, como todo.
Y creo que esa evolución personal me ha llevado a dónde estoy. A luchar por algo en lo que creo y dejar todo atrás para irme a montar junto con un gran equipo algo que muchos decían que es “una locura”.
En mi antiguo trabajo usábamos herramientas de “market research” donde la información de consumidores era muy sesgada, poco útil y de dudosa fiabilidad. Y ahí conocí a Jorge (CEO de Robin) que por aquel entonces era mi jefe y fue él quien me convenció para crear una solución a un problema que nosotros y nuestros clientes vivían a diario.
Y ese fue el germen de Robin.
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La ex-responsable de criptografía de Microsoft, Kristin Lauter dijo “Cedemos los datos sin recibir nada a cambio. Debería haber un mercado”.
Hoy en día no existe ninguna plataforma donde se pueda agregar y comercializar, a nivel individual, la información que genera una persona.
Debería de haber un mercado que permita a cualquier persona crear su propio perfil (anónimo) y vender directamente a marcas la información que genera.
Si un agricultor vende lo que genera, ¿por qué no puedo yo vender la información que genero? Un mercado de datos generaría una regulación específica que aportaría transparencia y seguridad repercutiendo positivamente tanto a empresas como a consumidores.
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En Robin confiamos en que en un futuro cercano puedas pagar con tus datos. Es decir, consideramos que si la información que generas se recopila de forma estructurada, segura y puede ser de interés para terceros debes de ser tú quien saque beneficio de ello. Y ese valor se pueda materializar en una moneda de cambio que te permita adquirir productos o servicios.
La fórmula secreta reside en adquirir ese volumen mínimo de información que genere un círculo virtuoso, un sistema autosostenible: un gran volumen de usuarios genera un atractivo para las marcas que están dispuestas a pagar más por esa información. Y para eso, y a la vista de otros ejemplos fallidos, hay que definir una propuesta de valor que genere recurrencia en un amplio público objetivo..
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Podríamos resumirlo en tres puntos:
Y esto sucede en un entorno donde el usuario gana dinero real, de forma transparente y justa.
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Debido a que no cedemos la información fuera de la plataforma, todas las acciones que se pueden llevar a cabo por parte de las marcas se deben estructurar a través de la plataforma. Esto crea seguridad, transparencia y una estructura organizada para nuestros clientes
A día de hoy, una marca puede lanzar una promoción o una encuesta a un público objetivo definido por su consumo real en los últimos meses. Incluso, existe la posibilidad de crear “focus groups” para testar cualquier características de un producto o servicio antes un lanzamiento a mercado.
Si una marca de cosméticos quiere recopilar insights antes de lanzar un nuevo producto al mercado, ¿sería más fiable la opinión de alguien que ha visualizado un producto similar en redes sociales o un perfil que compra frecuentemente productos similares?
Si además se le añade su patrón de consumo en otros sectores se obtienen correlaciones de compra de gran interés comercial.
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Las reviews falsas suponen un problema serio en el proceso de decisión al que se somete cualquier consumidor online. Ya no somos capaces de distinguir entre una review real o una pagada. Y a esto le sumamos el creciente éxito de apps de recomendaciones donde las personas que recomiendan ni siquiera han probado ese producto.
En ambos casos, esto resulta en una opinión falsa que distorsiona la realidad y provoca experiencias negativas en la compra online. En Robin tenemos compras reales y queremos potenciar la creación de reviews reales y, sobre todo, tras haber probado el producto que es realmente cuando podemos tener una opinión sincera de lo que hemos comprado.
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Justamente aquí es dónde queremos centrar los esfuerzos. Queremos conectar a consumidores con un patrón de consumo similar para que puedan compartir experiencias reales de forma sencilla. Podríamos decir que pensamos en una red social pero no centrada tanto en la persona (como las que conocemos actualmente) sino en productos o servicios.
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Durante este 2021 queremos seguir colaborando con marcas para convertirnos en un referente dentro de la investigación de mercados en España. Y en las próximas semanas abriremos una ronda de financiación para aumentar el equipo y acelerar las nuevas iniciativas que tenemos preparadas para los usuarios de Robin.
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Si quieres conocer y saber más sobre Robin, ¡descárgate la app aquí!
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