Las aplicaciones 3web están ganando terreno en el mundo de las apps. Pero antes de centrarnos en ellas necesitamos un poco de contexto:
¿Qué se entiende por 3web?
La Web 3.0 es la siguiente fase de la World Wide Web. Promete un internet más inteligente gracias a la presencia de la inteligencia artificial. Con la 3web se unificarían todos los datos, otorgando a los usuarios comunes más control sobre su información personal que a las grandes corporaciones.
La Web 3.0 representa la próxima evolución de la interfaz. Aunque aún está en desarrollo, queda claro que se centrará en aplicaciones descentralizadas (DApps) y hará un uso extensivo de tecnologías basadas en blockchain. Además, incorporará aprendizaje automático e inteligencia artificial para potenciar una web más inteligente y adaptable.
Las características clave de la Web 3.0 incluyen su naturaleza descentralizada, entregando aplicaciones y servicios a través de un enfoque distribuido sin depender de una autoridad central. La tecnología blockchain facilita la descentralización y gestión de datos en una red ampliamente distribuida. Esto significa que las aplicaciones Web 3.0 operarán en blockchains, redes descentralizadas peer-to-peer o un híbrido de ambas.
La organización semántica es otra característica, ya que la Web Semántica categoriza la información para enseñar a los sistemas basados en inteligencia artificial el significado de los datos. Esto permitirá que las tecnologías, como chatbots, comprendan las consultas de búsqueda de manera similar a los humanos, mejorando la generación y compartición de contenido. La autonomía y la inteligencia artificial son aspectos críticos, con una mayor automatización impulsada por la IA para filtrar y proporcionar datos según las necesidades individuales de los usuarios.
¿Cómo se aplica la 3web a las apps?
Las DApps, abreviatura de aplicaciones descentralizadas, son aplicaciones de software que se ejecutan en un sistema informático descentralizado, normalmente blockchain. A diferencia de las aplicaciones tradicionales que se ejecutan en servidores centralizados, las DApps operan en una red peer-to-peer, lo que significa que no están controladas por ninguna entidad o individuo.
La transición hacia la Web3 es inevitable y conducirá a una adopción generalizada de estas aplicaciones, que eventualmente se desplegarán en numerosos sectores, como redes sociales, streaming, mensajería, finanzas, entre otros.
Por ejemplo, en la industria financiera, las compañías pueden utilizar DApps para hacer sus negocios. Los bancos obtienen ciertas tasas de interés en función del dinero ahorrado. Cuanto más ahorra un usuario, más puede prestar el banco y más ganan ambas partes en términos de intereses. Sin embargo, el banco, que actúa como una entidad centralizada, recibe una tajada mayor de la que los prestamistas quisieran, simplemente por proporcionar un espacio para almacenar fondos. En una DApp, los prestamistas ganan el 100% de sus intereses ya que no hay intermediarios a quienes pagar.
Ventajas de las DApps
- Seguridad: Gracias a su estructura descentralizada, las DApps presentan una menor susceptibilidad a la piratería.
- Transparencia: Cada transacción y modificación queda registrada en la blockchain, proporcionando un historial claro e inmutable de las acciones realizadas en la aplicación.
- Control del usuario: Los usuarios mantienen un control absoluto sobre sus datos y activos, reduciendo los riesgos asociados con el almacenamiento centralizado de información.
Desventajas de las DApps
- Velocidad: Las cadenas de bloques presentan limitaciones inherentes en la velocidad de las transacciones en comparación con sus contrapartes centralizadas. En una red descentralizada, cada transacción debe ser verificada por múltiples partes, a diferencia de las aplicaciones centralizadas donde una sola entidad controla y verifica las transacciones.
- Regulación: Las DApps a menudo se enfrentan a desafíos regulatorios, ya que los gobiernos y los organismos reguladores están en proceso de desarrollar marcos para abordar las tecnologías descentralizadas.